Tip #1 – Marina la masa
Cuando mezclas harina con huevo en frío, el huevo hidrata mejor los almidones de la harina. En este “marinado” las enzimas de la harina y la yema de huevo desbaratan mejor los carbohidratos en sus componentes esenciales: azúcares, fructuosa y glucosa. Esto te da una masa más firme. Así, salen galletas más esponjosas, tiernas, doradas y con un sabor acaramelado más intenso. Solo mete tu masa para galletas en el refrigerador y deja que los ingredientes hagan su magia. Para saber por cuánto tiempo marinar la masa, lee el tip #2.
Tip #2 – Ten paciencia
Todos queremos disfrutar de unas ricas galletas lo más pronto posible, ¿no? Pues si eres paciente, probarás unas galletas inolvidables, mucho mejores que si las prepararas con masa a temperatura ambiente. Entre más tiempo marines la masa, más humedad absorberá. Así, tus galletas quedarán más esponjosas, tiernas y con mejor sabor. Ojo: Después de 72 horas, la masa comenzará a secarse y a echarse a perder. Procura entonces dejarla en el refrigerador entre 24 y 72 horas. Estos tiempos cambian dependiendo de la galleta que prepares. Lee el tip #3 para hacer los ajustes necesarios.
Tip #3 – Conoce tu galleta
Existen distintos tipos de galleta, cada una con sabor particular por sus ingredientes adicionales: avena, canela, chocolate, pasas, etc. A pesar de esta variedad, las 24–72 horas de refrigeración aplican a todas las galletas tipo gota. Es decir, las que metes a hornear en forma de bolita. Cualquier galleta que marines de 1 a 3 días tendrá mejor cuerpo, textura y sabor. Sin embargo, las de avena son un caso especial. Verás, la avena es un ingrediente muy seco que absorbe rápidamente la humedad. Si marinas la masa para galletas de avena por más de 48 horas, comenzará a echarse a perder.
Tip #4 – Congela la masa
¿Te sobró masa? ¿Quieres tener masa lista para cuando tengas invitados? Congélala y ahorra tiempo la próxima vez que hornees galletas. Es muy sencillo: Solo refrigera la masa, según el tipo de galleta, y luego métela al congelador. ¿Quieres ahorrar aún más tiempo? Forma bolitas con la masa y colócalas en una charola. Después, mételas al congelador. Así, ya tendrás todo listo para solo meterlo al horno. De cualquier manera, recuerda que debes descongelar la masa antes de usarla. La masa dura alrededor de un mes en el congelador sin perder su sabor ni echarse a perder.
¡Pon estos tips a prueba!
Ahora sabes cómo usar el frío a tu favor para hornear galletas sorprendentes. Sigue los tips que te compartimos para descubrir un nuevo mundo de sabor, suavidad y textura. Es más… Aquí tienes una receta para unas deliciosas galletas de avena con chispas de chocolate. Prepáralas con Baking Alchemy y compártelas en tus redes sociales—etiquétanos para ver qué tal te salieron. ¡Esperamos tus fotos!